Este sábado se cumplen cinco décadas de lo que se convirtió en un hito en la carrera musical de "El Gitano" en el histórico estadio de la ciudad de Nueva York. ¡Leé más en la nota!
Apoteósico, único, inolvidable, majestuoso. Este sábado se cumplen, precisamente, 50 años de aquel impresionante show de Sandro en el Madison Square Garden de Nueva York (emblemático palacio del boxeo), oportunidad en que el Gitano de América abrió un impresionante camino en el exigente paÃs del norte para la música e intérpretes latinoamericanos.
"Señoras y señores, muy buenas noches, desde el Felt Forum del Madison Square Garden en la ciudad de Nueva York, asistimos, en minutos nomás, al primer recital que vÃa satélite brinda un cantante en el mundo. ¡Aquà está, querido público, el gran Ãdolo", dijo con su caracterÃstico énfasis el emblemático Cacho Fontana, a las 22, hora argentina, de aquel 11 de abril de 1970 y, de esta manera, marcaba el gran acontecimiento para aquel pibe de ValentÃn Alsina: erigirse en pionero para los artistas de nuestro continente en generar recorrido profesional y comercial por aquellos mercados musicales y ser actor absoluto de un hecho inédito a nivel tecnológico y artÃstico.

Roberto Sánchez se encontraba por lograr uno de los picos más altos de su trayectoria y el envión profesional se iba a dar con esta propuesta inigualable. VenÃa de separarse del grupo que lo habÃa ungido en la popularidad: Los de Fuego. Unos meses antes, el Gitano se habÃa presentado en el Festival de Viña del Mar y en varios paÃses latinoamericanos, circunstancia que hacia agigantar cada vez más su fama y gran convocatoria internacional.
El contoneo de su pelvis que iba generando, cada vez más, efectos afrodisÃacos sobre la platea femenina, su cabellera al viento, sus labios carnosos, rojos y pasionales, y el tenor de sus composiciones lo estaban convirtiendo en un verdadero Ãcono musical y sexual ante sus incondicionales seguidoras.
HabÃa llegado a Estados Unidos a bordo de su avión privado ya que la popularidad de Sandro era tan grande que le resultaba prácticamente imposible realizar giras en un vuelo de lÃnea. Roberto Sánchez venÃa de filmar "Muchacho" con el realizador Leo Fleider, rodaje que se habÃa presentado extenuante por el contenido argumental y la realización de algunas escenas. Por otra parte, padecÃa un estado gripal que lo tenÃa en jaque desde hacia un par de dÃas. Estaba agotado; sin embargo, el Gitano, como un verdadero tigre en su hábitat natural, sacó fuerzas de algún lugar para estar en condiciones y no desfallecer.
"Pará, Roberto, con el faso", lo alertó varias veces en los camarines el entonces representante del Ãdolo, Oscar Anderle. Pero se trataba de algo que era mucho más fuerte que la decisión del propio cantante. "Qué querés, hermano, no puedo... me maneja", respondió Sandro, que era consciente de que aquel recital iba a ser fundamental para su carrera. El cantante estaba hiperactivo, caminaba de un lado para otro en el amplio camarÃn; se miraba al espejo, ensayaba sus movimientos, su mejor perfil, entonaba. El artista se olvidó de su agotamiento, de la fiebre, y su espÃritu era como el de una fiera a punto de conquistar su libertad. Arrancó con "Tengo" y siguió con "Se te nota" y "Amada mÃa".