Fue una cadena de comidas rápidas nacida antes de la llegada al país de las grandes multinacionales. Tuvo su apogeo en la década del 80.

La tira de ficción Graduados, que Telefé emitió durante 2012, le permitió a una gran cantidad de jóvenes en aquellos días saber cómo era Pumper Nic, una cadena de comidas rápidas nacional que se fundó antes del desembarco en el país de las grandes marcas de hamburguesas provenientes de Estados Unidos, que pisó fuerte en la década del 80 y que tiene distintas aristas para conocer por qué desapareció la franquicia a finales de los 90 cuando llevaba 25 años de existencia.

Pumper Nic nació en 1974, como un emprendimiento de capitales nacionales. La cadena fue creada por Alfredo Lowenstein a través de la empresa Facilvén, con la que pudo desarrollar su negocio en el país. A partir de 1975 comenzó a expandirse como franquicia, y se convirtió así en la primera cadena argentina de comida rápida.

Productos de Pumper Nic
Su nombre estaba inspirado en un tipo de pan originario de Alemania, el pumpernickel. El menú tenía como base los sándwiches de hamburguesas y las papas fritas, cuyos nombres eran Mobur y Freny’s, respectivamente. Y tenía como mascota a un hipopótamo verde llamado Nic.

Un menú clásico de Pumper Nic, con el sandwich Mobur y las papas fritas Freny's.

El Mobur acompañaba la hamburguesa con huevo y queso. Pero el menú de Pumper Nic también ofreció otros sándwiches: dos más con carne vacuna como el Supernic, que tenía lechuga, huevo y tomate, o el Doble Nic, que traía dos hamburguesas y cebolla agregada; y el Chicknic era un sándwich con un medallón de pollo rebozado como base.

Al principio, el logotipo de Pumper Nic era similar al de Burger King, una marca que a mediados de los 70, como sucedía con McDonald’s, sólo era conocida por aquellos que tenían el privilegio de viajar a los Estados Unidos o a los países europeos donde las dos cadenas estadounidenses más grandes ya tenían presencia.


Los logos de Pumper Nic y de Burger King; la cadena multinacional le ganó un juicio a la argentina.

Las facilidades de un mundo todavía escasamente interconectado le permitieron a Pumper Nic crecer de manera muy rápida como una franquicia con presencia nacional. Llegó a tener más de 70 locales, y a facturar 60 millones de dólares. Sin embargo, su crecimiento fue demasiado rápido y la empresa central no mantuvo un control sobre los franquiciados, que empezó a mostrar diferencias en la calidad de sus productos entre locales de la misma marca.

La estética de los locales era muy similar a la que se ve actualmente en las grandes cadenas como McDonald’s o Burger King, el de un típico fast food, con sillones plásticos y mesas poco pretenciosas, y el servicio de compra y retiro posterior en el mostrador.


Un vaso de Pumper Nic ya con el nuevo logo, hacia los 90.

Claro que desde mediados de los 80, lo que era un virtual monopolio en la oferta de comidas rápidas con hamburguesas y papas fritas como base empezó a tambalear con el desembarco de los gigantes estadounidenses. La primera de las multinacionales en llegar fue McDonald’s, en 1986; y en 1989 fue el turno de Burger King.

De hecho, Burger obligó a los nacionales a modificar su logo después de ganarle un juicio y hasta cambiaron su nombre comercial para dejarlo simplemente en Pumper.

Cuándo cerró Pumper Nic
En 1995, la cadena ya estaba en decadencia, con sólo 35 locales de un sistema que todavía permanecía franquiciado. Diego Lowenstein, hijo del fundador, le vendió Facilven a dos empresarios inmobiliarios de apellido Goldstein y Rosenbaum, y Pumper aceleró su camino descendente. En 1996, el sistema de franquicias colapsó y sólo quedaron en pie los que pertenecían a la matriz.

Incluso, Lowenstein se convertía en aquellos días en competidor de la empresa que acababa de vender, al integrarse en una sociedad para la explotación en la Argentina de la cadena Wendy’s, también oriunda de Estados Unidos.

Poco a poco fueron cerrando las puertas de los comercios de la cadena. Hacia fines de los 90, quedaba un número ínfimo en la ciudad de Buenos Aires, entre ellos un par en las céntricas peatonales Florida y Lavalle.

A principios de 1999, Pumper tenía un solo local, en Costanera y Salguero, adonde ocho empleados se encargaban de cubrir tres turnos de trabajo. Durante ese mismo año, ese último vestigio de la cadena terminó cerrando sus puertas, a 25 años de fundada la franquicia. La globalización, en beneficio de las marcas multinacionales, fue demasiada competencia: cerró después de declararse en quiebra.

Pumper Nic, un símbolo juvenil
Que la ficción Graduados haya recuperado, en 2012, la marca Pumper Nic fue precisamente la comprobación de que se trató de una marca muy elegida por adolescentes y jóvenes, sobre todo en la década del 80. En aquella recreación hecha por la productora Underground respetó con mucha fidelidad lo que era la franquicia.


El capítulo de Graduados en el que se recreó un local de Pumper Nic. En la imagen, Isabel Macedo y Juan Pablo Varsky.

En ese capítulo de la tira que protagonizaban Isabel Macedo, Nancy Duplaá, Daniel Hendler y Luciano Cáceres, entre otros, tuvo una participación el periodista Juan Pablo Varsky, cuyo primer trabajo había sido en McDonald's.

Una figura infanto juvenil de los 80, la actriz Lorena Paola, atribuyó los problemas de sobrepeso que tuvo durante su niñez a una dieta basada en la comida de Pumper Nic que su madre le compraba para comer en el escaso tiempo libre que tenía entre las funciones teatrales que protagonizaba.

“En el Metropolitan hacíamos tres funciones con Las Trillizas de Oro. Yo tenía 11 años y mi vieja, entre función y función, me traía religiosamente mi hamburguesa y mis papas fritas”, contó Lorena Paola muchos años después de aquellos días de sobredosis de Mobur y Freny’s en Pumper Nic, o Pumper, que en su apogeo acuñó el eslogan “la nueva forma de comer”, y hoy es una pieza de nostalgia para los que nacieron antes de los 90.