La Justicia abrió una investigación para determinar si se trata de un episodio de maltrato animal. Los dos ejemplares fueron expulsados de su hogar durante la semana pasada a raíz de la queja de los vecinos de un country. IMÁGENES SENSIBLES.

Dos carpinchos, uno muerto de un balazo y otro herido por arma de fuego, fueron encontrados a las afueras de un country en la localidad bonaerense de Hudson, en Berazategui, de donde los habían expulsados días atrás. La Justicia abrió una investigación en las últimas horas para determinar si se trata de un caso de maltrato animal.

Las autoridades fueron alertadas en la tarde de este lunes sobre los dos ejemplares que estaban en el límite del Parque Pereyra Iraola y el club de campo Abril, ubicado en la mencionada ciudad costera. Al llegar, constataron que uno de los carpinchos no tenía signos vitales y presentaba una herida coincidente con el impacto de un proyectil, mientras que otro estaba gravemente herido, también con una herida de bala.

Con la aparición de los roedores baleados, tres organizaciones ambientalistas presentaron denuncias por maltrato animal, lo que motivó a la Justicia a abrir una investigación. En ese sentido, la fisca. Silvia Borrone realizó una inspección ocular del perímetro y ordenó una necropsia al carpincho para determinar la causa exacta de la muerte.

En simultáneo avanza otra investigación: los vecinos del barrio privado se quejaron semanas atrás de que los roedores eran "invasivos" y por ello, las autoridades del country decidieron expulsarlos, aunque no lo lograron con todos los animales, por lo que varias crías quedaron del otro lado del alambrado y sus familias adentro, algo que podría considerarse como maltrato.

Esa triste postal, de las crías de carpincho esperando detrás del alambrado para volver a su hogar, se viralizó la semana pasada en redes sociales y despertó la polémica.

Según explicaron, el área del fauna de la Provincia de Buenos Aires les había recomendado contratar una empresa para sacar a los carpinchos o abrir la reja para que se vayan a la reserva, pero -como no encontraron ninguna que realice ese servicio- se volcaron hacia la segunda sugerencia, lo que provocó que las familias de roedores quedaran divididas.