El suceso que ha tenido lugar recientemente en Brasil es de esos que uno no cree hasta que llega la confirmación de que ha sucedido tal cual.
Un trabajador de Carrefour en el noreste Brasil, Moisés Santos, falleció el pasado viernes en la propia tienda de un ataque cardiaco.
Nada más acontecer la trágica noticia, el supermercado optó por la situación más esperpéntica hasta que llegaran los servicios funerarios y decidieron ocultar el cadáver con varias sombrillas situadas en los pasillos de la propia tienda. ¿El objetivo? Que esta no cerrara y los clientes siguieran comprando.
La situación no tardó en viralizarse a través de las redes sociales y el escándalo fue aumentando poco a poco, obligando a la cadena de supermercados a emitir un comunicado de disculpas.
"Carrefour pide disculpas en relación a la forma inadecuada en que trató el triste e inesperado fallecimiento del señor Moisés Santos, vÃctima de un ataque cardÃaco, en la tienda de Recife (Pernambuco). La empresa se equivocó al no cerrar la tienda inmediatamente después del hecho, a la espera del servicio funerario".
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