Mucamas del Hospital Houssay de Mar del Plata decidieron enviar cartas y juegos a los adultos mayores internados para que no se sientan solos.
A seis meses de la llegada del primer caso de coronavirus a Argentina, el esfuerzo de los trabajadores de salud continúa siendo intenso. En medio de esa tensión, un grupo de trabajadoras del Hospital Houssay de Mar del Plata encontró una forma de acompañar a los pacientes aislados en el área Covid-19 para que sobrelleven su estadÃa en el lugar mientras transitan la enfermedad.
En este marco, las trabajadoras comenzaron a enviarles cartas y mensajes a sus pacientes, en su mayorÃa adultos mayores, para que no se sientan solos. “La idea surgió por la amabilidad de un paciente y se fue pasando de piso en pisoâ€, cuenta a minutouno.com Alexia, una de las mucamas del Houssay, quien junto a su madre, Nancy López, trabajan en el tercer piso del hospital ubicado en Juan B. Justo al 1700, Mar del Plata.
Cada vez que las mucamas deben entrar a una habitación a limpiar se colocan un camisolÃn hemorrepelente, doble gante, cofia, antiparras, máscaras, tres barbijos y botas:
“Tenemos toda la protección que se necesita y estamos súper equipados, sin eso no se puede entrar a ninguna habitación de Covid-19 positivoâ€, indica Nancy.
“Entramos, hacemos todo, les hablamos, higienizamos, y antes de salir nos sacamos camisolÃn, el primer par de guantes y afuera de la habitación tenemos un trapo con lavandina. Nos sacamos una cosa por vez con mucho cuido, nos roseamos con hidroalcohol y nos lavamos la mano en una bacha especial. Es un trabajo arduoâ€, detalla de memoria sobre los pasos a seguir para cuidarse ellas mismas y cuidar a los pacientes.
En medio de esa vorágine y la lucha contra el Covid-19, todos los dÃas durante sus meriendas y cenas los pacientes reciben adivinanzas, sopas de letra, flores de papel y frases de apoyo escritas por las mucamas en los manteles descartables.
“Es impresionante la alegrÃa que tienen, esperan a que sea la hora para que cada una les entregue alguna tarea, actividad o mensaje que les alegra el dÃaâ€, cuenta Alexia sobre las sensaciones que describe como recÃprocas.
El acompañamiento –que se replicó a otros pisos del hospital- no termina cuando se trata de pacientes Covid-19 internados en camas de terapia intensiva, muchos de los cuales a veces se encuentran sedados y entubados:
“Cuando entramos a limpiar los acariciamos y les hablamos porque creemos que igual nos escuchanâ€.
A Nancy y su hija Alexia se suman también Silvana y Laura, quienes conforman el equipo del turno tarde-noche del hospital de Mar del Plata:
“Es nuestro trabajo y lo hacemos con gusto, más ahora que interactuamos asÃ, es una retroactividad te da placer, hasta nos dan sus teléfonos cuando reciben el alta para mantener el contactoâ€, confiesa la primera.
“Hoy una paciente nos envió la foto de un mandala que les dimos para colorear y estaba súper feliz. El nivel de amor excelente. Es como si fueran nuestros abuelos, te emociona muchÃsimoâ€, finaliza.