Trabajar con la vida silvestre es arriesgado y gratificante. Puede ser un trabajo difícil capturar las mejores imágenes de estos animales.

Un hombre nunca esperó que esto sucedería cuando decidió tumbarse en la hierba para una siesta.
Dolph Volker es voluntario en Cheetah Experience en Sudáfrica, donde se conserva la población de estos grandes felinos. Pueden ser criaturas extremadamente tímidas que no toman muy bien la interrupción humana en su vida diaria. Pero Dolph ha estado trabajando durante meses para ganar la confianza de estos animales, y todo su arduo trabajo ha valido la pena.
Durante uno de sus viajes, mientras estaba cansado después de un largo día al sol, el fotógrafo decidió tomar una siesta debajo de un árbol.

Fue entonces cuando un guepardo (chita)  llamado Eden vio a Dolph. ¡Se acercó a él, lo olisqueó y decidió acurrucarse con este inofensivo humano!. Decir que Dolph se sorprendió de encontrar a Eden cuando se despertó sería quedarse corto. Y ese fue el comienzo de su amistad. Una hermosa, asombrosa y fascinante amistad.
Eden mira a Dolph como si perteneciera a la misma especie que ella. Ella lo abraza, lo mordisquea, ronronea y se acurruca con él. El vínculo no podría ser más adorable. De hecho, a Dolph ahora se le llama "El encantador de guepardos", ya que pasa la mayor parte de su tiempo en compañía des guepardos.