La sonda no tripulada Chang'e 5 regresó el 17 de diciembre con casi dos kilogramos de muestras lunares.
Bautizado en honor a una diosa que, según la mitologÃa china, vive en la Luna, el programa Chang’e de la potencia asiática dio un paso de gigante en diciembre último tras alunizar y traer de vuelta a la Tierra muestras de roca lunar bajo la promesa de que las compartirá con cientÃficos de otros paÃses.
La sonda no tripulada Chang’e 5 regresó el 17 de diciembre con casi dos kilogramos de muestras lunares, lo que convirtió a China en el tercer paÃs en completar esta hazaña tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, la última en lograrlo en 1976.
CientÃficos chinos explicaron esta semana en un evento para los medios que el material ayudará a saber más sobre el satélite -por ejemplo, su edad exacta-, y que para ello programaron que la sonda perforase en el norte del Mons Rümker, un montÃculo volcánico de la cuenca Oceanus Procellarum, en la cara visible de la Luna.
Se trata de una zona a la que no habÃan llegado antes ni astronautas ni misiones espaciales no tripuladas.
Las muestras se recopilaron de dos formas diferentes: en la superficie de la Luna, gracias a un brazo robótico, y bajo tierra, a través de un taladro que perforó dos metros el satélite para obtener ejemplares que podrÃan datar de perÃodos muy anteriores.
200 gramos
Tras su llegada, la cápsula fue trasladada a Beijing en avión, donde se procedió a extraer el cilindro contenedor con las muestras.
No obstante, el subdirector del Centro de Exploración Lunar y Programa Espacial de la Administración Espacial Nacional de China (ANEC), Pei Zhaoyu, admitió en el citado evento que la sonda trajo mil 731 gramos en lugar de los dos kilos previstos.
“QuerÃamos que la sonda excavase durante 22 horas pero paramos después de 12. Los cientÃficos estimaron que la cantidad era suficiente dada la densidad de las rocasâ€, afirmó, aunque reconoció que “podrÃa no ser tan alta como pensábamosâ€.
También señaló que 80 por ciento de las muestras se utilizará para la investigación -el 20 por ciento restante se almacenará-, y que el paÃs las compartirá “con cientÃficos de todo el mundo†durante un perÃodo de hasta seis meses, aunque todavÃa no se han recibido solicitudes desde el extranjero.
El éxito de la misión ha sido, además, motivo de orgullo: el alunizador también desplegó la bandera china en la superficie lunar, lo que convirtió a China en la segunda nación en hacerlo.
“La Luna es propiedad de toda la humanidad. Como potencia, China tiene la responsabilidad de explorar. Otros paÃses lograron resultados brillantes en sus programas, pero no podemos quedarnos a expensas del restoâ€, indicó el funcionario.
Escenario
Los progresos de China en el espacio han sido vistos con recelo por Washington, con quien Beijing mantiene diversas disputas que se recrudecieron durante el mandato del ya expresidente Donald Trump.
En 2019, una comisión estadounidense aseguró que “el sueño espacial chino†no consiste en explorarlo sino en “dominarlo†y que para ello invierte “ingentes cantidades de dineroâ€.
Pei no aclaró cuánto costó la última misión y se limitó a comentar que China no restringe la cooperación con ningún paÃs.
No en vano, son las leyes estadounidenses las que limitan a su agencia espacial NASA a colaborar directamente con Beijing.
El funcionario destacó que China ha cooperado en la misión del Chang’e 5 con instituciones como la Agencia Espacial Europea (ESA) y, a través de ella, con la estación de seguimiento española de Maspalomas (Islas Canarias) operada por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), que realizó el seguimiento de reentrada de la sonda.
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