La Agencia de Divulgación CientÃfica de la Universidad de La Matanza describió que el hallazgo de este dinosaurio de 140 millones de años "tiene una gran relevancia para el conocimiento de la historia evolutiva de este grupo y del Cretácico temprano."
Paleontólogos argentinos anunciaron este domingo el descubrimiento del titanosaurio más antiguo del mundo en la Patagonia.
El Ninjatitan zapatai es un nuevo titanosaurio de la Patagonia, el más antiguo en su grupo, de unos 20 metros de longitud y 140 millones de años de antigüedad, lo que evidencia que esta especie de dinosaurio se originó a comienzos del periodo Cretácico.
Asà lo informó este domingo la Agencia de Divulgación CientÃfica de la Universidad de La Matanza (CTyS-UNLaM) y señaló que "hasta ahora no se conocÃan estos gigantescos cuadrúpedos con una antigüedad superior a los 120 millones de años, por lo que el hallazgo de Ninjatitan zapatai tiene una gran relevancia para el conocimiento de la historia evolutiva de este grupo y del Cretácico temprano".
Según los especialistas, el Ninjatitan zapatai medÃa aproximadamente 20 metros y vivió en el perÃodo Cretácico.
Pablo Gallina, investigador de la Fundación Azara en la Universidad Maimónides y del CONICET, indicó a la Agencia CTyS-UNLaM que
“la mayor importancia de este fósil, más allá de que es una nueva especie de titanosaurio, es que se trata del registro más antiguo a nivel mundial para este grupoâ€.
“Este descubrimiento es muy importante también para el conocimiento de la historia evolutiva de los saurópodos, porque los registros fosilÃferos de comienzos del Cretácico, hace unos 140 millones de años, son realmente muy escasos en todo el mundoâ€, indicó el autor principal del estudio publicado hoy en la revista cientÃfica Ameghiniana.
El hallazgo de Ninjatitan en la Formación Bajada Colorada, al sureste de Neuquén se produjo en 2014, cuando el técnico Jonatan Aroca realizó encontró "una escápula muy completa de este animal y ahà notamos que se trataba de un descubrimiento muy importante y preparamos todo para poder seguir trabajando el año siguiente en ese estratoâ€, según el doctor Juan Ignacio Canale, investigador del Museo Municipal de Villa El Chocón y del CONICET.
“En la siguiente campaña, aparecieron tres vértebras y algunos huesos de sus patas traseras; una parte del fémur y lo que serÃa su peronéâ€, precisó Canale.
“A priori, por la antigüedad de este material, de 140 millones de años, se podÃa suponer que se trataba de una forma previa al origen de los titanosaurios, porque en la Patagonia solo de conocen titanosaurios de menos de 120 millones de años antes del presenteâ€, afirmó en tanto el doctor José Luis Carballido, investigador del Museo Egidio Feruglio y del CONICET,
Empero, el estudio reveló que
"Ninjatitan zapatai se trataba de un titanosaurio, por lo que pasaba a ser el más antiguo del mundo con decenas de millones de años de diferencia", agregó.
Ninjatitan se suma al equipo de los titanosaurios de la Patagonia que han asestado fuertes apariciones en los últimos tiempos: en 2017, se dio a conocer al titanosaurio más grande del mundo, Patagotitan mayorum, oriundo de Chubut; y, hace pocas semanas se informó el hallazgo de otro en Neuquén, que incluso podrÃa superarlo en tamaño.
Su nombre fue dado en reconocimiento al investigador argentino Sebastián ApesteguÃa, apodado como “El Ninja†desde sus inicios en la paleontologÃa.
En tanto, el nombre especÃfico de la especie -zapatai-, está dedicado a Rogelio Zapata, técnico del museo de Villa El Chocón desde mediados de la década del 90 y partÃcipe en todos los trabajos de campo que se realizaron en Bajada Colorada desde 2010.
En Bajada Colorada, se puede observar el principio del perÃodo Cretácico, un momento de la historia evolutiva del cual no se cuenta con muchos registros, agrega CTyS-UNLaM.
Por ello, los investigadores que trabajan allà destacan que cada cosa nueva que encuentran es absolutamente novedosa.
“AllÃ, hemos encontrado también distintos grupos de dinosaurios carnÃvoros y otros grupos de dinosaurios herbÃvorosâ€, mencionó el investigador de la Fundación Azara y del CONICET.
Fuente:
Télam