Cura hizo trío sexual en el altar y después lo prendió fuego

Ocurrió en Estados Unidos. El sacerdote y dos dominatrices fueron detenidos mientras protagonizaban una filmación porno en la iglesia. Ahora deberán pagar por la "profanación demoníaca" del lugar

Un cura y dos mujeres deberán pagar por los daños ocasionados a una iglesia de Estados Unidos en la que se filmaron mientras tenían sexo. Entre los objetos vandalizados está el altar que usaron para el trío sexual y que las autoridades eclesiásticas enviaron a quemar porque "su profanación fue demoníaca".

El escandoloso episodio sacudió a la Arquidiócesis de Nueva Orleans el pasado 30 de septiembre cuando un vecino que circulaba por la calle vio toda la escena desde la vereda. Seis meses después, dieron a conocer este jueves el pedido de condena para los acusados.

El fiscal Warren Montgomery, que intervino en la causa, pidió una condena por vandalismo y el pago de los daños a cargo de Travis Clark (37) ex pastor de la Iglesia Católica Romana Saints Peter and Paul, y las dominatrices Mindy Lynn Dixon (41), de Washington, y Melissa Kamon Cheng (28), de Georgia.

Según el funcionario judicial del distrito de St. Tammany, los tres “vandalizaron la propiedad a sabiendas y causaron daños valorados en más de 500 y menos de 50 mil dólaresâ€.

Clark, el cura, y las dos dominatrices, quedaron detenidos (Archivo).

Entre esos daños está el altar, en el que los tres se filmaron mientras tenían sexo, y que la arquidiócesos de Nueva Orleans reemplazó después de retirar a Clark y quemar el "profanado". "Su comportamiento obsceno fue deplorable", afirmó a WWL el arzobispo Gregory Aymond y agregó: “La profanación del altar en la Iglesia fue demoníaca. Estoy enfurecido. Cuando los detalles quedaron claros, hicimos quitar el altar y quemarlo".

Además, en el lugar, Clark y las dominatrices habían instalado unas luces especiales y colocado un celular en un trípode para grabar el trío.

"Está claro que el Estado hizo todo lo posible por distorsionar los hechos de este caso para que se ajustaran a su propia narrativaâ€, dijo Bradley S. Phillips, abogado de Dixon y Cheng .

Y aseguró: “Una vez más sobrepasaron sus límites en un intento de regular la moralidad de los individuos privados. El hecho de que no te guste algo no lo convierte en un delito. Mis clientas esperan con ansias su día en la corte mientras continuamos luchando contra esta acusación sin fundamento".

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