La pelĂcula dirigida y escrita por Hugo Sofovich reflejó el fanatismo que despertaba la flamante TV a color, además del âvale todoâ por parte de los canales a la hora de captar a la audiencia. Moria Casán, Juan José Campanella, Luisa Albinoni y Juan Alberto Mateyko hablaron con Teleshow para reconstruir aquel rodaje
Si bien las primeras transmisiones a color se dieron en el marco del marco del Mundial 78, la década de los 80s barrió con el blanco y negro de la televisión argentina. Este hecho generarĂa una nueva legión de fanáticos; entre ellos, Jorgito Fetuccini, un joven torpe que dormĂa custodiado por los posters y recortes de revistas de las estrellas de la época: Mirtha, Carlin, John Travolta, Sandro, Graciela Alfano, Las Trillizas de Oro, Los Village People, Solita Silveyra, Quico, Tato Bores, Susana Giménez, Alberto Olmedo⊠âEs un desesperado por la televisiónâ, lo definió su tĂo, un directivo del Canal 4, después de verlo participar en un juego del programa estrella de esa emisora, conducido por Juan Alberto Mateyko.
Como el Canal 4 habĂa quedado debajo del Canal 8 en cuanto a audiencia, los directivos decidieron sabotear al rival infiltrando a Jorgito para que trabajara allĂ, haciéndolo pasar como el sobrino del director de âPoca Colaâ, el máximo anunciante de la televisión. Pero la jugada salió mal, ya que cada aparición en cámara de Fetuccini -accidentadas, de pura casualidad- se convertĂan en un rotundo éxito: sea por cubrir un intento de suicidio, por haber reemplazado a la diva de los almuerzos o luego de arruinarle un gol al joven Diego Armando Maradona, el 10 de Argentinos Juniors, el público lo pedĂa a rabiar. En su camino hacia la fama, se encontró con Moria Gutié, una ascendente extra de novelas que pedĂa más minutos al aire y que terminó siendo su âcompañera en el crimenâ.
Ese es el nudo de Te Rompo el Rating, la primera pelĂcula âApta Para Todo Públicoâ dirigida y escrita por Hugo Sofovich: âPara que los chicos sepan de qué se rĂen los grandesâ, anunciaba el cartel del film protagonizado por Jorge Porcel y Moria Casan. Se estrenó hace exactamente 40 años, el jueves 16 de abril de 1981 y en su momento fue vista por 463.298 espectadores. Del elenco también formaron parte Javier Portales, Luisa Albinoni, Camila Perissé, César Bertrand, Gino Renni, Augusto Larreta, Julio Fedel, Ovidio Fuentes, Alberto Irizar y Fernando Siro, entre otros. Fue registrada, en gran parte, en los Estudios Baires, ubicados en Don Torcuato, donde hoy están Polka y LaFlia.
âNo hay mucho para decir de una pelĂcula muy convencional de las que se hacĂan varias por año con Porcel y Olmedo juntos o por separado, Susana y Moria juntas o por separado y con muchas minas en bolas. No hay margen para la crĂticaâ, pone en contexto el histórico crĂtico de cine Rómulo Berruti, a pedido de Teleshow. âHugo Sofovich hacĂa buenas comedias, pero su tĂtulo para recordar en cine es Un toque diferente, con Susana y Ernesto Bianco: realmente una comedia ingeniosa con muy buenas situaciones que levantaba la punterĂa. El resto de los Sofovich es taquilla pura con la excepción -por la novedad- de la primera, Los Caballeros de la Cama Redonda. Lo curioso de Te Rompo el Rating es que su ayudante de dirección era un debutante que habrĂa de convertirse en director estrella: Juan José Campanellaâ, cuenta.
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El afiche original de "Te Rompo el Rating", la primera pelĂcula apta para todo público de Hugo Sofovich: "Para que los chicos sepan de qué se rĂen los grandes", decĂa el cartel
âYo estudiaba cine, con el Grupo de Profesionales del Cine. Y mi profesor de montaje, era Carlos Piaggio, era el montajista de Aries Cinematográfica Argentina. Yo soy montajista de oficio, entonces me iba a la sala de montaje. AhĂ conocĂ a Horacio Guisado, que era asistente de dirección de las pelĂculas de Aries, y quien me dio la oportunidad de ser el meritorio de dirección de Te Rompo el Rating, que originalmente se llamaba TV o no TVâ, recordó Campanella ante la consulta de Teleshow.
La pelĂcula se grabó durante seis semanas entre octubre y noviembre de 1980.
âSe filmaban pocas horas porque los actores tenĂan revista todas las noches. Trabajábamos desde la 1 hasta las 7 de la tarde y después rajaban para el teatroâ, contó Campanella.
Respecto a su primera experiencia en la industria del cine, Campanella dijo sentirse cómodo ya que
âHugo Sofovich fue el mejor director como persona de todos los directores con los que he trabajado. Desde el primer dĂa me trató como uno más del equipo. Era un gran tipo, muy buen tratador, muy gracioso: tenĂa muy buenos chistes. Me acuerdo de reĂrme a carcajadas mientras leĂa el guion. Y para mĂ era tocar el cielo con las manos, porque yo era fanático de las pelĂculas de Porcel y Olmedo. No las miraba con ningún tipo de desprecio, todo lo contrario. Yo iba a verlas al cine el dĂa del estreno. Y estar ahĂ adentro, fue fabulosoâ.
Pese a ser un primerizo, Juan José llegó a ganarse la confianza de Porcel:
âJorge tenĂa un Mercedes Benz amarillo y un dĂa me dice: âJuan, llevala a Luisa a la Chacarita que le va a llevar unas flores a la mamáâ. Y yo iba manejando el Mercedes con Luisa Albinoni al lado, parando en cada semáforo preocupándome para que me viera todo el mundoâ, ilustró.
Juan José Campanella en su primera experiencia en cine: "Para mĂ fue tocar el cielo con las manos, porque yo era fanático de las pelĂculas de Porcel y Olmedo", le dijo a Teleshow (Foto: Gentileza Juan José Campanella)
Si bien era una pelĂcula ATP, se filmaron algunas escenas subidas de tono para vender la pelĂcula en otros mercados.
âEran escenas medio pavotas, pero en una de esas, Moria se tenĂa que cambiar la ropa en un camarĂn y quedaba en lolas. Y yo era el pibe que ves en la foto, con una cara de nene que no podĂa ser y estaba mirando esa cosa monumental. Moria era hermosa e imponente y ella lo notó, me vio la cara, entonces se vino caminando hacia mĂ, frente a todo el equipo. Me las pone frente a la cara, prácticamente. Y me dijo: âÂżY, Juanjo? ÂżDoy Canela? ÂżDoy ama de casa tipo clase media?â. Y yo estaba ahĂ, con una sonrisa tĂmida, sin poder decirle nada. Me anuló por completoâ, graficó Campanella sobre el clima que se vivĂa en el rodaje.
âGrabé donde después iba a ser mi piso, en Avenida del Libertador y Correa, cuando estaba en construcción. Fue una toma de Cesar Bertrand, que se querĂa tirar y era justo en el edificio que después vivĂ yo. Que después compró Maradona, y después compró (Hugo) Moser, y se le decĂa el edificio de las tres M. Son todos recuerdos que tienen que ver, además, con lo que después iba a ser mi casa. Con las causalidades y la psiquis bájica que me atraviesaâ, dijo Moria Casán.
Fernando Siro, Jorge Porcel y Moria Casán en una de las escenas de "Te rompo el rating"
Entre las escenas más recordadas de Te Rompo... está la imitación a âla diva de los almuerzosâ encarnada por Porcel y que, de alguna manera, anticipó a la que Pity Álvarez harĂa 25 años después para el dvd âOtro dĂa en el Planeta Tierraâ, de Intoxicados. También, un cameo de Alberto Olmedo, haciendo de sĂ mismo, en plan intelectual:
âEsa fue la primera vez que arruiné una toma: largué una carcajada al ver la cara que pone Olmedo cuando Moria le empieza a decir una andanada de cosas intelectualesâ, recordó Campanella. Y, por supuesto, la irrupción de Jorge y Moria a un partido de Argentinos Juniors, donde brillaba Maradona, que si bien aun no era una estrella, ya habĂa sido campeón del mundo juvenil en el 79 y estaba a punto de pasar a jugar en Boca. De hecho, aparece jugando para el Bicho pero cuando la pelĂcula fue estrenada ya era del Xeneize.
Diego recibe la pelota, la baja de pecho y elude a varios jugadores del equipo rival, incluyendo al arquero. Y cuando está por patear, Fetuccini en modo periodista de campo, le hace un inoportuno reportaje: âSĂ, déjeme hacer el gol y después seguimos hablandoâ, le pidió Diego.
âInterrumpimos un partido en el que jugaba Maradona y lo hicimos a hablar a él, cuando Dieguito era un neneâ, dijo Moria sobre la secuencia grabada en la cancha de Argentinos Juniors. âÉl era divino, estaba encantado con toda la situación. Era un chico encantador: venĂa al teatro, lo traĂa Pepe Parada y llegaba con su mamá, con su papá y nos veĂan desde la primera o segunda fila cuando eran esas revistas increĂbles y soñaba. Era un bebé, súper tierno, nuestro amado Diegoâ, agregó.
âSoy el único que no se sacó una foto con él, porque yo no sabĂa quién era. âÂżQuién es este pibe?â, decĂa yo. Es que no soy futboleroâ, se justificó Campanella.
Luisa Albinoni y Javier Portales en "Te Rompo el Rating"
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Con el Gordo nos conocĂamos desde el 78 y ya éramos pareja en ese momento, entonces era muy cercana la relación. Pero cuando trabajábamos juntos, era todo muy serio pese a ser divertidoâ, recuerda Luisa Albinoni, que participó en el rol de secretaria de Javier Portales, quien interpretaba a un gerente del Canal 8.
âMuchas veces nos echaban del set porque no parábamos de reĂrnos con las cosas que decĂa el Gordo y no habĂa manera de seguir filmandoâ, agregó.
âHice de mĂ mismo. Para mĂ no era un trabajo, yo me iba a divertir, era genial estar con Porcel. A veces nos daban un libro, pero él lo cambiaba y uno tenĂa que adaptarse y tener la rapidez para no perder la secuencia y para, fundamentalmente, darle el pie para darle el remateâ, dice Juan Alberto Mateyko en la misma lĂnea.
En "Te Rompo el Rating", Juan Alberto Mateyko hizo de sĂ mismo: era el conductor del programa del cuál era fanático Jorgito Fetuccini (Jorge Porcel)
âEn ese momento, la tele era un medio que te hacĂa conocido masivamente, te facilitaba la popularidad. Era muy difĂcil que alguien se hiciera muy popular haciendo una pelĂcula. La gente, entonces, querĂa hacerse famosa y eso es algo que se fue perpetuando. Hoy en dĂa, es una carrera nueva, ser famoso. Yo pienso que la fama es puro cuento y que el talento es otra cosa. Pero existe una carrera, la de la fama, que va en paralelo a la artĂstica. Todo se magnifica y se idealiza⊠por eso la popularidad te la da la gente, no se consigue de otra maneraâ, analizó Luisa respecto a la fascinación que generaba la televisión, reflejada cabalmente en el personaje de Jorge Fetuccini.
âCreo que el tali de la cámara es el contrasentido mayor que tiene la teleâ, dijo Moria.
âPorque es una luz roja y es como un talismán. El talismán tiene un imán para atraerte. Vos ves una luz roja de la tele, de una cámara, y sabés que vas a tener presencialidad, que te van a registrar. Tiene que ver con que todo el mundo quiere ser reconocido. Y cuando ese talismán se prende, es rojo y es para que avances. Y en cualquier lugar del mundo, en el semáforo, es el stop para que pares, porque sino chocás. Es una fascinación de caer al borde del abismo y no saber correr un riesgo en la vida de la aceptación mayoritaria. Si apareces en la tele, pasás a ser importante porque dependes de la aceptación ajena. Entonces, es una pertenencia a algo que no sos. Chocás y al mismo tiempo tiene el encanto de lo prohibido, porque qué sé yo si esta luz roja me dice que avance y sigo el camino y tengo la suerte de no chocar y en una de esas me convierto en un famosoâ, agregó la vedette.
A medida que fueron pasando las décadas, el humor de este estilo en el cine argentino -y también en la televisión- fue escaseando hasta desaparecer casi completamente. ÂżEs la falta de directores, de guionistas de humor, de capocómicos? ÂżEl público ya no quiere reĂrse? Moria, Luisa y Campanella dan algunas pistas.
âLos tiempos cambian, la gente se va modificando y depende de cómo puedas atravesar el gusto popular. Hay un marketing muy equivocado que te lleva a que seas consumidor de algo que no vos no sentĂs, y te lo imponen. Pero el público después no responde, porque no compra. Creo que hay humoristas muy buenos, siempre los habrá. La falta de humor creo que es por el prejuicio que tenemos los argentinos, somos muy prejuiciosos: porque ahora si ponés un humor en el que pasa una chica y un tipo le mira el culo, dicen que la cosifican, te mandan al Inadi y toda esa pelotudez. (...) Pero es lógico que los tiempos cambien: a mĂ no me causa gracia si ahora Porcel me mirara el culo y me dijera una cosa. Igual nunca me lo miró, ni ahora ni hace 50 años atrás, porque yo en los contratos exigĂa que ningún cómico usara mi cuerpo para hacer un chiste conmigoâ, dice Moria.
âPúblico no falta porque vive pidiendo ese humor. Yo veo en los chicos jóvenes, como mi hija que tiene 16 años, que se rĂen de las cosas cotidianas, tontas y muy similares al humor que hacĂamos nosotros. La avivada criolla divierte a los chicos. Pero en un punto se empezó a creer que nuestro humor no servĂa más, que era chabacano y que habĂa que intelectualizarlo más. Entonces, se empezó a descartar. Pero bueno, ÂĄbasta viejo, jodamos un poco! Uno se viene grande y se supone que tiene que estar más serio. No, mierda, yo sigo igual que a los 17 años. De seria, nada. Es muy aburrido ser serioâ, opina Luisa Albinoni.
âFaltan humoristas. Yo creo que es una pena muy grande lo que pasa con el humor en el cine. Argentina tenĂa una fuertĂsima tradición de humor desde toda su historia, con mucha influencia judĂa, española, italiana. Cuando yo me crie, tenĂamos programas cómicos, referentes, capocómicos, cinco revistas por todos lados. Y eso fue, lentamente, muriendo. El humor en la Argentina fue desapareciendo. Se reemplazó por una cosa completamente burda que ni es humor, a medida que empezaron a desaparecer los grandes cómicos. Un chico de 14, 15 años no tiene ningún referente humorĂstico. A mĂ me pegó mucho el fallecimiento de Marcos Mundstock, murió el último gran cómico. Olmedo, Porcel, Fidel Pintos, Tato Bores, Biondi, Balá, Marrone, todo el elenco de âEl Botónâ... todos personajes y frases que quedaron en la historia. Hoy, nada. El humor en la Argentina está en problemas. Quizás quedó algo anticuadoâ, cerró Campanella.