Se trata de un funcionario público que va por su tercer mandato y, entre otras cosas, ahora demanda a su ciudad por discriminación. Conocé esta historia.
Un insólito episodio, que realmente parece un chiste o estafa, tiene lugar en Japón. ¿Qué es lo que ocurre? Un tal Skull Reaper A-ji, legislador municipal que no lleva uno ni dos, sino tres mandatos como funcionario público, busca demandar a su ciudad por discriminación.
Este polÃtico lleva representando a los ciudadanos de Oita hace más de una década. Sin embargo, aunque parece insólito, no es el único hombre enmascarado que haya ostentado un cargo en aquella región oriental.
En un pasado no muy lejano, el famoso luchador Super DelfÃn fue elegido para representar a los electores de la ciudad de Izumi y este también atendÃa las sesiones del Comité de Educación y Bienestar, del que hacÃa parte, con su máscara puesta.
La historia de Skull Reaper A-ji
Skull Reaper A-ji fue elegido en 2013 gracias a una campaña movida por su profundo interés en la mejora de la comunidad y en el bienestar infantil.
La campaña la hizo enmascarado, bajo su nombre de luchador profesional. Es más, no se conoce su nombre real ni tampoco su apariencia, pero gracias a su sorprendente buena gestión fue reelegido por segunda vez. Recientemente, volvió a salir electo para cumplir un tercer periodo.
El problema es que desde las primeras elecciones, una vez ganó un asiento en el concejo, se le prohibió usar sus máscaras de marca registrada en las cámaras del cabildo y en las salas de los comités.
No solo eso, sino que es el único rostro de un miembro del consejo que no aparece en los sitios web y boletines de la ciudad, presumiblemente porque está enmascarado.
El concejal Skull Reaper A-ji luchó constantemente por su derecho a usar su máscara en sesión, afirmando que la ciudad se esconde detrás de una regla irrelevante contra los sombreros y bastones para
“enmascarar su propio mascarismo descaradoâ€.
No obstante, ahora su atención está concentrada en una demanda que presentó el pasado 30 de junio y en la que acusa al sitio web del concejo de Oita de cometer discriminación en su contra, al reusarse a mostrar su foto enmascarada. Por tal motivo reclama un pago de 5 millones de yenes en daños, unos 45.200 dólares.