En la década del 60 era una de las figuras más destacadas en el estrellato de Hollywood. Sin embargo, con el paso de los años, aquellas luces brillaron cada vez menos y sin la intensidad que la famosa serie la propulsó.
Para aquellos que tienen "algunos añitos" y disfrutaron de inónicas series estadounidenses que llegaron a nuestro paÃs en las décadas del 70 y 80, la palabra Maxwell Smart, Control, Kaos o "El jefe", son relacionadas directamente con la saga "El Superagente 86" y las locas ocurrencias de un espÃa que mezclaba torpeza con valentÃa, pero que a larga completaba sus misiones contra el mal.
En ese mundo de villanos y buenos, otra figura sobresalÃa por su belleza y lealtad al bien, se trata de la "99" (Bárbara Feldon), quien ejerció como una eficiente agente de Control y más tarde, pareja de Don Adams (Agente 86) con quien se casó y tuvo mellizos en la ficción.
Respecto a esos episodios, Feldon (88) remarcó: “con el casamiento y luego con el nacimiento lograron que esos programas tuvieran mayor audiencia pero nada más. Al capÃtulo siguiente de nuevo los números bajaron. Nuestro momento habÃa pasado. La gente querÃa ver cosas nuevasâ€.
Cabe destacar, que la serie se estrenó en 1965 y el éxito fue inmediato. Sin ir más lejos, lo que iba a durar algunos capÃtulos se terminó transformando en una gran historia de cinco años, que se dividió en 138 capÃtulos.
Década del 70: caÃda actoral
Tras el cambio de década, tanto a Feldon como al resto de los protagonistas, le llegó la debacle. En su caso particular, la actriz nunca pudo volver a protagonizar un film de tamaña repercusión, ni mucho menos volver a cautivar desde la actuación como en la serie creada por Mel Brooks y Buck Henry. El quedar pegada a su personaje hizo que aquello que fue lo mejor de su carrera, también fuera su maldición.
Si bien en los años 80 logró seguir cautivando desde su costado actoral, nada fue igual. En varias oportunidades surgieron las posibilidades de volver con aquella serie que tantos réditos le dio a todos los que participaron, pero nada fue igual.
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