El marido quedó detenido luego del violento ataque contra la mujer que tuvo lugar en Maryland, Estados Unidos. Según describieron los oficiales, la esposa parecía estar bajo los efectos de algún tipo de intoxicación.

William Atkinson, un hombre de 34 años, admitió ante la justicia de Maryland en Estados Unidos, haber golpeado a su esposa luego de recibir una videollamada en la que se la veía manteniendo relaciones sexuales con otro sujeto.

Todo ocurrió el pasado 21 de septiembre cuando su cónyuge le hizo una serie de llamadas explícitas a través de FaceTime. En ellas se la podía ver a la mujer teniendo sexo con otro hombre dentro de un auto estacionado en las inmediaciones de un hotel en Pensilvania y lo llamaban “para incitarlo”.

Según las informaciones vertidas en los medios locales, Atkinson, decidió reclutar a un amigo para que lo llevara y lo acompañara hasta el estacionamiento del hotel para enfrentarlos a ambos. Cuando los dos hombres llegaron hasta el Best Western en Somerset, efectivamente encontraron a su esposa de 32 años y a su supuesto amante.

La policía aseguró que el marido “engañado” procedió a golpearla y patearla brutalmente. William también golpeó al presunto amante, quien luego huyó de la escena, y de quien no se difundieron sus datos.

La horrorosa escena
La policía arribó hasta el lugar gracias a un pedido de auxilio que hicieron al 911. Los agentes describieron que la mujer parecía estar "extremadamente intoxicada" y por lo mismo, poco cooperativa con los agentes para relatar lo que había sucedido. Sin embargo, a simple vista observaron los graves hematomas y el sangrado profuso en distintas partes de su cara, desde la nariz y la boca.

Pese a esto, aseguraron que estaba 'luchando por respirar y llorando por ayuda'. Ante esto, detuvieron a Atkinson quien enojado explicó que la pareja lo había estado "incitando" con las vulgares videollamadas.

En un primer momento, el marido informó a los investigadores que solo había golpeado a su esposa con la mano abierta, y no con el puño cerrado o mucho menos propinándole patadas. No obstante ello, un testigo informó haberlo visto “pateando activamente” a la mujer en la cara y en las cercanías encontraron un zapato perteneciente a él empapado de sangre.

La persona que llamó al 911 denunció que había escuchado un disparo en medio de la pelea, pero "ningún testigo vio quién tenía un arma". La policía halló una pistola en el vehículo en el que llegó William hasta el lugar, aunque no hallaron el cargador.

El sujeto, quien llevaba casado tres años, fue acusado de agresión agravada y peligro imprudente, un delito mayor y un delito menor, respectivamente. Actualmente, se encuentra en la cárcel del condado esperando por una audiencia el próximo martes. Su fianza se fijó en 30 mil dólares.